martes, 23 de enero de 2007

José Antonio Mellado, un paso adelante

Hoy queremos mostrar la entrañable historia de un Zalameño; muchos recordaréis por un accidente que tuvo y creo que os gustará saber como con fuerza de voluntad y ganas se pueden destruir barreras y llegar a lo más alto.

José Antonio Mellado perdió los brazos a los doce años, cuando ambas extremidades quedaron carbonizadas en un accidente con un cable del tendido eléctrico. Sin embargo no sucumbió ante la adversidad.

Éste era el cuarto de seis hermanos, nacido en nuestro pueblo e hijo de padres campesinos que se sustentaban de pastorear animales y cultivar hortalizas. Su vivienda era una cabaña, construida de adobe, sin luz ni agua potable. Un día de fiesta, jugando con los amigos, se le ocurrió la idea de subirse a uno de los postes de instalación de alto voltaje que se había inaugurado en la zona. Una explosión lo lanzó a sesenta pies de altura y un árbol le salvó la vida al amortiguar el golpe que lo dejó inconsciente y desangrándose. La ayuda llegó tarde y sólo le pudieron salvar la pierna izquierda, se destrozó en la caída y a los diez días en Huelva le amputaron los brazos, sus tendones y nervios estaban muertos por el choque eléctrico.

El hecho de ser analfabeto y provenir de una familia que vivía en una extrema pobreza fueron agravantes que se sumaron a esa adversidad. Pero con valor se enfrentó a sus miedos e imposibilidades para así alcanzar sus sueños.

Los años 60 eran tiempos difíciles en España y sus padres entendieron que su hijo no podría volver al campo a ayudarles con el trabajo, comenzó a estudiar el primer grado con trece años y allí conoció la crueldad y la mofa, fue entonces cuando decidió seguir adelante y no dejar que le afectaran los comentarios y la discriminación.

En 1965 decidió viajar a Madrid para comenzar la rehabilitación en una clínica y estudiar para personas con impedimentos.

Pero como no tenía dónde vivir, la inventiva de José Antonio le sacó a flote. Se le ocurrió enviarle una carta al dictador que gobernaba España, el general Francisco Franco, con una petición para que le concediera una vivienda. Para su sorpresa, a la semana recibió una carta del cuñado y secretario personal de Franco, en la que le decía que Su Excelencia veía con buenos ojos su pedido y que lo habían referido al Ministerio de la Vivienda.

Así fue como el astuto joven recibió la casa que aún conserva y en la que vivieron sus padres y sus hermanos a los que, de inmediato, trasladó a la capital española.

Con unas prótesis como brazos, que funcionaban con gas hidrocarbono, su amigo y director del periódico Ya, Javier Martín, les presentó a Rosita Silva Cofresí y José Santaella, un matrimonio puertorriqueño que más tarde se convirtió en sus padres adoptivos. A través de una gestión de ellos con la familia Dávila que, comandaba una entidad bancaria, llegó a Puerto Rico en un intercambio de estudiantes.

Al cabo de un año, mientras estudiaba inglés, diseño gráfico y publicidad, se venció la visa para permanecer en el país y volvió a recurrir a un alto mandatario. Esta vez le escribió al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, quien acababa de ser reelecto, felicitándole y expresándole su deseo de permanecer en la Isla. Al igual que con Franco, su petición tuvo respuesta; Pat Nixon, su esposa, le contestó que ellos no tenían potestad para otorgar la residencia, que era el Departamento de Justicia de Estados Unidos y que le iban a referir al mismo. A los dos meses había sido concedida. Ironías de la vida: tres meses después estalló el escándalo de Watergate y él fue destituido de su cargo.

José Antonio hizo su entrada en el medio de las comunicaciones con un programa de radio en 11Q en 1973, después de estudiar en la Escuela de Locutores. Más tarde pasó a trabajar en la revista Estrellas con una columna de discos y llegó a ser subdirector de la publicación. Fue además, cofundador de la revista Estrellitas y creó la revista Artistas que dirigió durante veinte años.

En el 1981, Wilkins lo invitó a producir su espectáculo en el Centro de Bellas Artes, siendo el primer artista de música popular que se presentó en ese centro con gran éxito. Mellado lo bautizó como el “Rockmántico”.

Se une a Antonio Domínguez para crear FAMMA Events, y se apuntan producciones tales como “el ‘comeback’ de Raphael”, los conciertos de Isabel Pantoja, Libertad Lamarque, Paco de Lucía, Sandro, José Luis Rodríguez “El Puma” y Roberto Carlos entre otros.

En sus inicios como productor conoció a su esposa Carmen González quien era secretaria de Wilkins y tenía dos hijos, Carlos y Alberto. Más tarde nacieron sus dos retoños, José Antonio de 22 años, quien ya está haciendo sus pinitos como productor independiente, y Rocío de 20 años que está preparando un disco junto a Rodolfo Barrera para lanzarse como cantante.

Hoy en día es productor de espectáculos, propietario de la emisora radial Magic 97.3 y presidente de la asociación de Productores Colegiados de Puerto Rico.

La adversidad jamás le ha limitado y perder los brazos siendo un niño le sirvió de estimulo para sobreponerse, y con una ambición de tal grado, que hoy puede presumir de que el éxito ha sido la meta natural de su existencia.....

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maycu